Disolventes

 

¿Qué son?

Los disolventes orgánicos son compuestos orgánicos volátiles que se utilizan solos o combinados con otros agentes, para disolver materias primas, productos o materiales residuales, como agente de limpieza, para modificar la viscosidad, como agente tensoactivo, como plastificante, como conservante o como portador de otras sustancias que, una vez depositadas, quedan fijadas y el disolvente se evapora.

Los compuestos orgánicos volátiles o COVs se definen como todo compuesto orgánico (cuya estructura química tenga de base el elemento carbono) con una volatilidad determinada, que se establece en una presión de vapor de 0,01 KPa (kilopascales de presión) o más a temperatura ambiente (20ºC).

¿Dónde podemos encontrarlos?

En los centros de atención de personas con discapacidad pueden estar expuestos a disolventes porque se trabaje directamente con ellos, en los talleres ocupacionales de manualidades, artesanía, pintura, madera, cerámica, restauración, mecánica básica, mantenimiento, limpieza, limpieza en seco, artes gráficas…, o por encontrarse en las áreas de riesgo por exposición a dichas sustancias peligrosas.

Por tanto, se pueden encontrar en situación de riesgo potencial los trabajadores y trabajadoras del centro que, aunque no los utilicen puedan estar expuestos a los mismos por encontrarse en las áreas de riesgo, así como, los usuarios y usuarias del centro, tanto si los utilizan en los talleres ocupacionales como si no los utilizan, pero puedan estar expuestos por encontrare en las áreas de riesgo y otras personas que puedan estar presentes en el centro.

Clasificación agentes cancerígenos y mutágenos

Carcinógenos o supuestos carcinógenos para el hombre.

  • C1A: Si se sabe que es un carcinógeno para el hombre, en base a la existencia de pruebas en humanos.
  • C1B: Si se supone que es un carcinógeno para el hombre, en base a la existencia de pruebas en animales.

Sustancias cuyos posibles efectos carcinogénicos en el hombre son preocupantes, pero de las que no se dispone de información suficiente para realizar una evaluación satisfactoria. Hay algunas pruebas procedentes de análisis con animales, pero que resultan insuficientes para incluirlas en la segunda categoría.

Sustancias de las que se sabe o se considera que inducen mutaciones hereditarias en las células germinales humanas.

  • M1A: La clasificación en la categoría 1A se basa en pruebas positivas en humanos obtenidas a partir de estudios epidemiológicos Sustancias de las que se considera que inducen mutaciones hereditarias en las células germinales humanas.
  • M1B La clasificación en la categoría 1B se basa en resultados positivos de ensayos de mutagenicidad hereditaria en células germinales de mamífero in vivo; o resultados positivos de ensayos de mutagenicidad en células somáticas de mamífero in vivo, junto con alguna prueba que haga suponer que la sustancia puede causar mutaciones en células germinales. Esta información complementaria puede proceder de ensayos de mutagenicidad/genotoxicidad en células germinales de mamífero in vivo, o de la demostración de que la sustancia o sus metabolitos son capaces de interaccionar con el material genético de las células germinales; o resultados positivos de ensayos que muestran efectos mutagénicos en células germinales de personas, sin que esté demostrada la transmisión a los descendientes; por ejemplo, un incremento de la frecuencia de aneuploidía en los espermatozoides de los varones expuestos.

Sustancias cuyos posibles efectos mutágenos en el hombre son preocupantes. Los resultados obtenidos en estudios de mutagénesis apropiados son insuficientes para clasificar dichas sustancias en la segunda categoría.

(Según Reglamento (CE) Nº 1272/2008 de 16 de diciembre de 2008 sobre clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas y sus modificaciones posteriores).

 

Daños para la salud

El carácter volátil de los disolventes hace que éstos se evaporen rápidamente en el aire, alcanzando concentraciones importantes en espacios confinados.

Los mayores riesgos para el ser humano se producen por la absorción de éstos a través de la piel y por inhalación. El contacto directo con la piel permite que el disolvente pase a la sangre, causando efectos inmediatos y a más largo plazo. La inhalación constituye la vía de exposición más peligrosa, porque los pulmones son muy eficaces en distribuir éstas, o cualquier otra sustancia, por todo el cuerpo pudiéndose inhalar concentraciones muy elevadas en plazo breve.

No hay que olvidarse tampoco de la vía digestiva, ligada fundamentalmente a hábitos o prácticas incorrectas, tales como beber o comer en el puesto de trabajo o no lavarse las manos, siendo los disolventes ingeridos a través de la boca por contacto con las manos, bebidas y/o alimentos.

Los disolventes orgánicos son liposolubles, es decir, que una vez que se introducen en el organismo tienen afinidad con los tejidos grasos y no suelen disolverse en agua, aunque sus metabolitos sí son hidrosolubles. Por la vía de inhalación, recorre las vías respiratorias, de donde pasa a la sangre y de ahí a los diferentes órganos, donde tienden a acumularse. Con el paso del tiempo las concentraciones acumuladas pueden alcanzar niveles que representen un riesgo para la persona y, en particular, para un feto durante su desarrollo embrionario.

Principales disolventes y sus efectos sobre la salud

En general la exposición a disolventes orgánicos puede originar los siguientes efectos
Benceno
Tolueno
Xileno
Tricloroetileno
Percloroetileno
Diclorometano
Formaldehído
Alcohol isopropílico
Acetona Butanona
Acetato de butilo
Acetato de amilo
Acetato de metilo
Éter de etilo
Éter de dicloroetilo
Tetrahidrofurano
Etilenglicol
Dioxano
Sulfuro de carbono
Etilbenceno
Metanol
Acetato de 1-metil-2-metoxietilo

(Fuente Exposición laboral a disolventes. CCOO Madrid).

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